A VUELTAS CON LA NACIONALIDAD
Son numerosos los procedimientos de nacionalidad que se han tramitado en los últimos años, en los cuales muchos extranjeros están adquiriendo la nacionalidad española. La adquisición de la nacionalidad española supone la renuncia a la nacionalidad anterior, salvo los supuestos de doble nacionalidad. Aun así hay países que no aceptan esta perdida de nacionalidad y siguen considerando a dichos extranjeros como nacionales suyos. Y en relación a esto, pocas reflexiones he visto sobre la siguiente cuestión, ¿verdaderamente muchos de esos extranjeros se sienten españoles y dejan de sentirse nacionales de su país de origen?
¿A que obedecen tantos expedientes de nacionalidad en los últimos años? Naturalmente no niego que exista el libre ejercicio de un derecho legal, pero creo que tiene mucho que ver con tres factores fundamentales. El primero, la mayoría de los ciudadanos extranjeros precisan de una residencia de 10 años para poder solicitar la nacionalidad y es en estos momentos, de unos años a esta parte, cuando se están consiguiendo dichos períodos mínimos de residencia.
La larga duración hace que se pueda dar una decisión que implica no volver a su país de origen, razón de más para dar un paso más de disvinculación del mismo, en unión al argumento que voy a dar con posterioridad. Si alguien ya decide que va a acabar su vida en nuestro país lo lógico es que se plantee obtener la nacionalidad española
Esto ha de ponerse en unión con la situación económica. Como ya he explicado en alguna entrada nuestro sistema de obtención de permisos siempre ha estado unido a la situación laboral. Naturalmente no es lo mismo cuando alguien ya tiene el permiso de residencia de larga duración, pero el extranjero que lleva unos años en nuestro país sabe que nuestro país es cambiante, que no hay seguridad jurídica, ha visto cambiar muchas veces la norma y ha conocido muchos casos de personas que han perdido la autorización de residencia y trabajo y eso le puede hacer pensar en la conveniencia de tener una absoluta seguridad de permanencia, la nacionalidad.
Claro que todo ello, comprensible, poco tiene que ver con lo que tradicionalmente hemos entendido como razones para obtener la nacionalidad, menos utilitaristas y más emocionales. Creo que quien obtiene la nacionalidad USA lo hace verdaderamente convencido de lo que está haciendo y queriendo sentirse estadounidense pleno, olvidando la pertenencia a la nacionalidad anterior. Y creo que eso, no ocurre en nuestro país.
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