XXVIII JORNADAS DE EXTRANJERIA Y PROTECCION INTERNACIONAL EN ALGECIRAS
Durante los días 10 y 11 de Mayo se celebraron en Algeciras las XXVIII Jornadas de Extranjería y Protección internacional organizadas por el Consejo General de la Abogacía Española. Volvía a participar en las jornadas tras haber faltado en las del año pasado y estuve a punto de no hacerlo. Un tema grave penal de un cliente me hizo cancelar los billetes de tren de la ida el mismo martes, día previo al viaje. Al final e in extremis, corriendo, conseguí poder desplazarme desde Zaragoza el miércoles y participar de las jornadas, teniendo en cuenta que ya días antes había tenido serios problemas para poder organizar combinaciones de viaje en tren hasta allí.
Así que con esa tesitura previa llegar a Algeciras fue ya en sí mismo algo a celebrar. Enseguida tuve la oportunidad ya en Malaga, donde hubo una previa coincidencia con algunos extranjeristas asistentes y compartir ese trayecto del viaje, de empezar con lo más gratificante de este tipo de jornadas cual es el reencuentro con muchos asistentes que ya son amigos. Lo cual ya fue pleno en Algeciras gracias al "troleo" del amigo Carlos que existiendo un ágape privado para algunos asistentes "vips " (por sus cargos como decanos y dentro de la subcomisión de extranjería del CGAE), nos invitó mediante el grupo de whatsapp a muchos de los allí presentes, así que un lugar formal inicial (e incomprensiblemente restringido en unas jornadas de estas características) se convirtió en un alegre caos y de risas por encontrarse amigos que venían de todas las partes del país. La formalidad no supo preveer el carácter gaditano de nuestro amigo y anfitrión.
Respecto al ya desarrollo de las jornadas, nuevamente (en un reiterado error) no se cumplíó con el horario del programa y se empezó con notable retraso y se alargó innecesariamente un acto protocolario de presentación tan innecesario como insipido para los asistentes. No acabo de entender que estas presentaciones no sean breves y que encima se extiendan del ya generoso tiempo conferido, y además y como comenté en twitter me disgustó profundamente que el Alcalde de Algeciras nos vendiera un futuro CIE con términos como "solidario" y "social". Me parece vergonzoso que algo así se produzca en un foro de las características propias de estas jornadas. Vino a ser como si un pederasta interviene en la fiesta de fin de curso de una guardería. Eso sí, mis compañeros deberían hacerselo mirar. En Lleida por algo parecido (defensa de la Delegada del Gobierno de las detenciones raciales) un puñado de los mejores abogados de extranjería hicimos una ostentosa muestra de descontento Aquí en Algeciras no hubo nada de eso, salvo un par de tuits.
Una interesante ponencia de Elspeth Guild expuso una diferente propuesta de política migratoria, cosa que agradecí cansado de que cuando se habla de estas cuestiones se repitan lugares comunes para posteriormente producirse la que me pareció la mejor intervención del programa, muy clara, bien explicada y práctica, por parte de Marta Cabrera Martín jurista del TEDH sobre cómo interponer demandas ante el citado Tribunal. Acabó la mañana Teresa Márquez de Prado del CGAE hablando (o más bien vendiendonos) sobre la plataforma del CGAE para presentar expedientes de nacionalidad, me dejó varias dudas éticas y de libertad de competencia que expondré con mayor extensión en una entrada propia. Esta realidad del CGAE me genera muchas inquietudes.
Por la tarde se reprodujeron algunos de los males propios de estas jornadas y que parece que no van a ser corregidos nunca. Desde la comida (pésima por cierto) las jornadas se desarrollaban mediante talleres simultáneos y los que elegí arrojan diferentes valoraciones. Bien, la presentación de los talleres se hizo con notable retraso lo que ya perjudica el desarrollo de talleres simultáneos y es totalmente prescindible tal y como se produjo. Para esto nos trajimos (y supongo que costeamos a un decano porque tiene su carguito en la Fundación de Abogacía).
El primer taller al que asistí trataba sobre el tema de los familiares de ciudadanos de la Unión Europea, situación seriamente afectada tras la sentencia del Tribunal Supremo de 18 de julio de 2017 como expliqué en esta entrada del blog, y el ponente era a todas luces interesante, el magistrado Pleite de Sevilla que ha presentado una cuestión de ilegalidad en relación a esta cuestión. Me gustó el inicio de la exposición al expresar el juez la importancia de afrontar el hecho enjuiciado más allá de la aplicación estricta de la norma y el pedir argumentos constructivos a los abogados presentes, pero luego lo que debería haber sido una exposición sobre sus argumentos dejando un espacio para el debate y esas aportaciones se alargó y excedió en el tiempo nuevamente como en tantas y tantas Jornadas de Extranjería de años pasados, reduciendose al mínimo la posibilidad de intervenir. Yo es que por taller entiendo otra cosa, señores.
Y el segundo taller de la tarde tenía un interesante gancho, cual era el del ex-juez del CIE de Madrid Ramiro Gracia de Dios en cuya exposición pudimos ser conscientes de las dificultades de su trabajo comprometido en lo que definió como centros de represión y sus problemas con la administración y la propia policía por defender los derechos de los internos. Pero nuevamente se excedieron los tiempos de exposición y se agravó con que la otra ponente Natividad Plasencia Rodríguez, Fiscal de Extranjería de Sevilla dio una charla más propia de un curso de iniciación que no de unas jornadas dirigidas a expertos. Me produjo un sopor inenarrable y una sensación de pérdida de tiempo, no yéndome por educación aunque sin discreción alguna me marché cuando se abrió el (nuevamente) exiguo turno de preguntas.
A ver cuando los moderadores son conscientes de que tienen un poder que han de ejercer con responsabilidad (como Spiderman), el de que los ponentes se ajusten al tiempo.
El viernes por la mañana se produjeron los dos últimos talleres. Ciertamente la elección de las temáticas era muy interesante y el primero de los que asistí habló del Brexit, de notables efectos en donde nos encontrabamos, junto a Gibraltar. Probablemente el segundo mejor de los ponentes a los que escuché Jesús Verdú Baeza, que además se trajo a dos abogados gibraltareños uno de ellos asesor del gobierno de Gibraltar. La única pega el nuevo notable retraso con el que se comenzó, no achacable a ellos, que diligentemente estaban puntuales con un pequeño grupo de asistentes (yo entre ellos tras dormir solo cuatro horas), pues hubo que esperar a que llegara la moderadora que si tenía que empezar su trabajo a las 10.00, estaba desayunando tranquilamente. Supongo que el retraso ocasionó una grata impresión en los ponentes, alimentando la ya famosa leyenda negra de la poca seriedad de los españoles.
El último taller al que asistí trató sobre la Mudawana (derecho matrimonial marroquí), en una exposición que contaba con una auténtica experta Anna María Vidal Cardona, pero que nuevamente era superior en extensión a la propia duración programada del taller.
Señores organizadores, tenemos un serio problema con el diseño de los programas de estas Jornadas Haganme caso de una vez.
Bueno, si bien como digo estas Jornadas son un claro exponente del Día de la Marmota en lo que tiene que ver con no ser puntuales en su desarrollo y que los ponentes no se ajusten a la extensión prevista (o que debería estar prevista) para que los asistentes puedan participar, sin que los moderadores hagan lo que tienen que hacer (cortar al ponente), también se repitió la parte positiva, disfrutar de la cena y de la fiesta posterior, que no solo de Derecho vive el hombre y necesita su desfogue, siendo (doy fe de ello) las Jornadas de Extranjería donde mejores juergas se corre uno.
Quizás esto último sea lo que hizo que muchos Decanos (que creo que mucha extranjería no llevan) estuvieran presentes en las jornadas y en algunas ponencias. Aunque sobre esta cuestión trataré en el otro blog, que este es más técnico y serio :)
Procuraré publicar sucesivas entradas en relación a cosas tratadas en los talleres de estas jornadas.
Y el segundo taller de la tarde tenía un interesante gancho, cual era el del ex-juez del CIE de Madrid Ramiro Gracia de Dios en cuya exposición pudimos ser conscientes de las dificultades de su trabajo comprometido en lo que definió como centros de represión y sus problemas con la administración y la propia policía por defender los derechos de los internos. Pero nuevamente se excedieron los tiempos de exposición y se agravó con que la otra ponente Natividad Plasencia Rodríguez, Fiscal de Extranjería de Sevilla dio una charla más propia de un curso de iniciación que no de unas jornadas dirigidas a expertos. Me produjo un sopor inenarrable y una sensación de pérdida de tiempo, no yéndome por educación aunque sin discreción alguna me marché cuando se abrió el (nuevamente) exiguo turno de preguntas.
A ver cuando los moderadores son conscientes de que tienen un poder que han de ejercer con responsabilidad (como Spiderman), el de que los ponentes se ajusten al tiempo.
yo muy atento a la ponencia de la Fiscal
El viernes por la mañana se produjeron los dos últimos talleres. Ciertamente la elección de las temáticas era muy interesante y el primero de los que asistí habló del Brexit, de notables efectos en donde nos encontrabamos, junto a Gibraltar. Probablemente el segundo mejor de los ponentes a los que escuché Jesús Verdú Baeza, que además se trajo a dos abogados gibraltareños uno de ellos asesor del gobierno de Gibraltar. La única pega el nuevo notable retraso con el que se comenzó, no achacable a ellos, que diligentemente estaban puntuales con un pequeño grupo de asistentes (yo entre ellos tras dormir solo cuatro horas), pues hubo que esperar a que llegara la moderadora que si tenía que empezar su trabajo a las 10.00, estaba desayunando tranquilamente. Supongo que el retraso ocasionó una grata impresión en los ponentes, alimentando la ya famosa leyenda negra de la poca seriedad de los españoles.
El último taller al que asistí trató sobre la Mudawana (derecho matrimonial marroquí), en una exposición que contaba con una auténtica experta Anna María Vidal Cardona, pero que nuevamente era superior en extensión a la propia duración programada del taller.
Señores organizadores, tenemos un serio problema con el diseño de los programas de estas Jornadas Haganme caso de una vez.
Bueno, si bien como digo estas Jornadas son un claro exponente del Día de la Marmota en lo que tiene que ver con no ser puntuales en su desarrollo y que los ponentes no se ajusten a la extensión prevista (o que debería estar prevista) para que los asistentes puedan participar, sin que los moderadores hagan lo que tienen que hacer (cortar al ponente), también se repitió la parte positiva, disfrutar de la cena y de la fiesta posterior, que no solo de Derecho vive el hombre y necesita su desfogue, siendo (doy fe de ello) las Jornadas de Extranjería donde mejores juergas se corre uno.
Quizás esto último sea lo que hizo que muchos Decanos (que creo que mucha extranjería no llevan) estuvieran presentes en las jornadas y en algunas ponencias. Aunque sobre esta cuestión trataré en el otro blog, que este es más técnico y serio :)
Procuraré publicar sucesivas entradas en relación a cosas tratadas en los talleres de estas jornadas.
En este tipo de eventos siempre pasa lo mismo, se habla de mucho y se queda mucho en el tintero. Da poco tiempo a ahondar en los temas y te quedas con ganas de más. Yo este año elegía entre dos días en Algeciras o dos días hablando sólo de nacionalidad en Madrid y me decanté por el Congreso de Madrid, justo por eso, prefiero centrarme dos días en un tema que 10 temas en dos días. Pero bueno, siempre se aprende, aunque sea en los pasillos o en el café...
ResponderEliminarBuen análisis, esperamos más artículos.
Me pasó lo mismo, elegir entre uno y otro, y por motivos de conciliación familiar me resulta más difícil el de nacionalidad en Madrid. Ojito con la plataforma del CGAE, que te cuenten por allí por el congreso pues está en modo pruebas en el Colegio de Madrid y me genera dudas de librecompetencia
EliminarDe tus comentarios, miedo da al futuro, tanta pasividad en la crítica y lo que nos espera con las plataformas, cada día más me valoro cambiar de profesión y de vida.
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